Toda empresa comprometida con su talento y sus clientes se marca objetivos de calidad claros. Es decir, desarrolla una cultura de prevención y mejora continúa.
Estos objetivos son más que lemas, son el fruto de un análisis interno, de un reconocimiento de las buenas prácticas y de una planificación rigurosa.
¿Cómo se determinan estos objetivos? ¿Cuál es el beneficio de implementarlos en tu empresa? Hemos preparado este artículo sobre los objetivos de calidad para ayudarte a diseñarlos e implementarlos.
Qué son los objetivos de calidad y cuál es su importancia
Los objetivos de calidad son una de las más valiosas herramientas que las empresas usan para establecer sus niveles de optimización. Es algo que abarca su operatividad, procesos y gestión de riesgos.
El conjunto de estos objetivos de calidad debe obedecer, ante todo, a las necesidades del cliente final. La usabilidad, la seguridad y la eficiencia son determinantes para definirlos.
Los objetivos de calidad obedecen, en última instancia, a las necesidades de los clientes.
Por ejemplo, se establece como una necesidad del cliente que los productos que ofreces respeten una norma ISO determinada. En este caso, uno de tus objetivos de calidad debe ser contar con dicha certificación. El conjunto de ellos definen la política de seguridad de una organización.
Establece la política de calidad de tu organización
Toda empresa requiere de una mística de mejora continúa. Esta estrategia sigue una política de seguridad marcada por diferentes objetivos y regulada por la norma internacional ISO 9001.
La IS0 9001 define la manera como deben plantearse estos objetivos:
- Figurar como información documentada, centralizada y de fácil consulta.
- Cada uno debe plantear qué se va a hacer.
- Se debe incluir qué recursos requiere.
- Establecer quién será responsable dentro de la organización de su cumplimiento.
- Determinar cuándo debe finalizarse.
- Finalmente, la forma en que se evaluarán sus resultados.
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Cómo evaluar los objetivos de calidad
La importancia de registrar los objetivos de la gestión de calidad es que se establecen como metas. Alrededor de ellas se alinean los esfuerzos gerenciales, del talento y de todos los involucrados de la organización.
Los objetivos de calidad deben estar presentados de una forma clara, sencilla, medible y bien definido su lapso de cumplimiento.
Para medir su efecto, es imprescindible comprobar mediante registros, reportes y métricas de resultados el cumplimiento de sus intenciones
Por ejemplo, un objetivo de calidad sería: reducir en un 10% los eventos de inseguridad en la planta de trabajo en el próximo semestre. Entonces, a partir de los registros y estadísticas, se verifica si se cumplió con este porcentaje de reducción.
Tus objetivos deben ser medibles
Como hemos señalado, los objetivos de calidad deben indicar acciones a realizar y porcentajes o cantidades de incidencia en cierto margen del tiempo. Este enfoque garantiza que, con un contraste sencillo e inmediato, sea posible cuantificar los resultados.
Además, es posible comparar la eficiencia en su cumplimiento a través de una línea del tiempo. Veamos un ejemplo muy sencillo: la cuenta de los días sin devoluciones de los clientes.
Sé específico
La política de calidad de toda empresa es multifactorial (abarca desde el uso de recursos hasta el servicio posventa). Los objetivos que la integran deben ser muy específicos para incidir de manera positiva sobre estos factores.
Un objetivo de calidad puede señalar, por ejemplo, una reducción anual del 50% en los gastos por padecimientos profesionales. Sería erróneo incluir en esta meta aspectos no relacionados con la problemática y su cumplimiento.
Hazlo fácil y simple
Hemos indicado que los objetivos de calidad deben documentarse. Apuntan a la solución de debilidades y falencias de una organización que deben ser solventados en un cierto tiempo.
Aunque se trate de acciones y prácticas sustentadas en reportes e informes, es necesario que cada objetivo de calidad se redacte de una manera sencilla y directa.
De este modo, no sólo serán más memorizables, sino que la mecánica de su realización parecerá más factible.
Aplica la estrategia S.M.A.R.T.
Todos los aspectos que hemos mencionado en cuanto a las características de los objetivos de calidad son parte de una metodología muy común: el diseño S.M.A.R.T, Este marca ciertas características para la presentación de objetivos.
Siguiendo las siglas de la palabra “SMART” (listo en inglés), tenemos que estas metas deben ser:
- Specific (Específico): concretos y directos, sobre factores bien definidos
- Mesurable (Medible): que puede ser registrado, medido y contrastado en su beneficio real.
- Achievable (Alcanzable): que es posible que se realice en el lapso de tiempo marcado.
- Realistic (Realista): una meta que se puede llevar a cabo en el lapso y con los recursos con los que cuenta la empresa.
- Time-Bound (Limitado): se cumple en un periodo significativo: mes, trimestre, semestre, año.
Una manera muy efectiva de conocer si tus objetivos de calidad son correctos y necesarios es comprobar si cumplen con cada una de estas características.
ISO 9001 dentro de tu organización
Toda política de calidad se nutre de objetivos de calidad claros y de un acatamiento a los protocolos y estrategias que plantea la norma ISO 9001.
Implementar esta regulación implica el establecimiento de un sistema de gestión de calidad (SGC). La manera más sencilla de conseguirlo es a través de una plataforma de gestión de seguridad y calidad.
Los objetivos de calidad siguen los mandatos de la norma ISO 9001 y con ello definen una política de seguridad.
Se hace necesario un programa que centralice toda la documentación de la ISO 9001 y te ofrezca listas de revisión actualizadas para diseñar tus objetivos de calidad.
Conclusión
Los objetivos de calidad son la base de la política de calidad de toda empresa. A través de ellos, se describen las metas a conseguir para mejorar la operatividad y la satisfacción de los clientes.
Estos deben estar bien documentados y marcar claramente los logros a conseguir en un cierto periodo de tiempo. Con estas acciones y prácticas es posible acatar los protocolos establecidos por la Norma ISO 9001 en un SGC.
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