El riesgo químico es uno de los puntos críticos a los que se enfrenta la industria con más frecuencia de la que se cree. No solo atañe a los sectores industriales, sino también a zonas aledañas que puedan sufrir las consecuencias de fugas, contaminación o explosiones.
¿En qué consiste este riesgo? ¿Cómo se determina? ¿Cómo podemos prevenirlo? ¿Qué factores y actividades lo agravan?
Hemos preparado este material para responder a todas tus preguntas sobre el riesgo químico y las maneras de detectarlo, administrarlo y gestionarlo.
Toda sustancia química representa un riesgo químico por su capacidad para alterar sustancias y condiciones ambientales; por ejemplo, la combustibilidad del hidrógeno,
Esta capacidad incluye, en algunos casos, la contaminación química o sus efectos en un organismo, por ejemplo, la toxicidad del gas cloro. Este daño puede ser inmediato, a mediano o largo plazo.
Click to tweet: El riesgo químico es la capacidad de algunas sustancias para provocar daños en personas, espacios y el medio ambiente.
En esto consiste el riesgo químico: en el daño a personas y activos de una empresa provocados por la manipulación o uso de agentes químicos sin los controles adecuados. Este daño puede ir desde los síntomas más leves (irritación pasajera), los crónicos (alergias provocadas por sustancias industriales) hasta la muerte.
La determinación del riesgo químico considera diversos factores. Entre los más habituales encontramos:
Existen diversas clasificaciones de los peligros relacionados con sustancias químicas. Nosotros vamos a centrarnos en aquellas que consideran los efectos nocivos que producen sobre los seres vivos y, en concreto, sobre las personas.
Como hemos señalado, el riesgo químico se determina según puntos críticos en una empresa. Es decir, aquellas zonas, espacios y actividades en las cuales las personas se encuentran sometidas a contactos conflictivos con agentes químicos peligrosos.
La determinación de estos puntos críticos es crucial para comprender la gravedad del riesgo químico para administrarlo y gestionarlo. ¿Cuáles son los factores en el interior de la empresa que deben considerarse en este ejercicio? Vamos a analizarlos.
En este rubro se analiza si la infraestructura favorece el foco y la disposición necesaria para el transporte, manejo y manipulación de los agentes químicos. También si la disposición del espacio, mobiliarios y equipos es la adecuada.
Click to tweet; Para gestionar el riesgo químico es necesario considerar todos los factores relacionados con él, desde las instalaciones de la empresa hasta las normas de seguridad.
Esto implica considerar, por ejemplo, si hay ruidos excesivos, demasiado tráfico y si son visibles las reglas de seguridad.
En este aspecto se evalúa la idoneidad de la edificación, el mobiliario y las herramientas para gestionar adecuadamente sustancias químicas peligrosas. Por ejemplo, si las instalaciones están diseñadas con el fin de realizar este tipo de trabajo y manipulación.
¿Se han desarrollado los controles y procedimientos adecuados para gestionar el riesgo químico? En este rubro lo esencial es determinar si la empresa sigue las normas y leyes operativas a ese respecto.
Muchas veces, el contacto con agentes químicos se produce de manera accidental por contaminación fortuita. Por ejemplo, un espacio que no cuenta con duchas químicas provoca que se lleve a la calle sustancias tóxicas impregnadas en el cuerpo de los trabajadores.
Además del respeto a las normativas vigentes, es necesario determinar si la organización ha desarrollado una cultura de la prevención.
Es decir, si ha desarrollado reglamentos y buenas prácticas que disminuyan los riesgos químicos basados en su manera de hacer las cosas y en sus particularidades como empresa.
Este último aspecto es esencial, pues buenas normativas basadas en datos reales y un diagnóstico oportuno se traducen en menores riesgos químicos.
Además del respeto a las normas vigentes, cada empresa debe desarrollar sus propios reglamentos para la administración del riesgo químico. Estos reglamentos deben establecer logísticas, protocolos y buenas prácticas que:
Estos cuatro ejes se consiguen a través de una serie de acciones de gestión de riesgo químico que describiremos a continuación.
Hay cinco factores que deben considerarse al salvaguardar reactivos químicos y sustancias peligrosas:
Es preciso que estén colocados en armarios de seguridad adecuados al riesgo químico inherente (agentes inflamables, corrosivos, tóxicos).
La entrega y disposición de los agentes químicos es crucial para gestionar el riesgo químico. La observación de protocolos de seguridad es indispensable y debe adecuarse al riesgo concreto de cada sustancia.
Por ejemplo, se deben tomar medidas en las plataformas de carga y descarga de agentes inflamables para evitar chispas por fricción.
En el traslado de los agentes químicos de las bodegas de los proveedores a la empresa y de las bodegas al espacio donde serán usados, es donde ocurren más accidentes.
Es por ello que deben extremarse los cuidados en este proceso y establecer medidas y protocolos adecuados y estrictos.
Las sustancias que impliquen un riesgo químico deben ser identificadas con un etiquetado que obedezca a una norma establecida. Esta es la NOM-018-STPS-2000 que establece gráficos en forma de rombo o rectángulo sobre el envase que indiquen:
El manejo de los químicos de riesgo debe ser realizado por personal debidamente calificado que use el EPP adecuado y obligatorio.
Esta manipulación debe realizarse atendiendo al etiquetado y nivel de riesgo de cada agente. También deben respetarse las reglas de almacenamiento y, dado el caso, de mezcla de productos.
Como regla general, es recomendable evitar el trasvase de productos de riesgo químico.
Las normativas vigentes recomiendan el uso único de recipientes y evitar prácticas que puedan significar su mezcla o derrame.
Llamamos EPP (Equipo de Protección Personal) a los aditamentos y ropajes que evitan el contacto directo de una persona con un agente químico de riesgo o con un ambiente peligroso. Incluye desde guantes y lentes hasta escafandras.
El EPP debe obedecer a las Normas Oficiales 017, 113, 023 y 026 reguladas por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Sus criterios se pueden resumir en:
Todos los químicos de riesgo producen desechos. En su manejo y disposición, además de las normas de seguridad del personal, deben atenderse las regulaciones medioambientales.
En este sentido debe consultarse la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR) y revisar la lista de residuos peligrosos (RP) definida en la NOM-052-SEMARNAT- 2005,
Las industrias de la manufactura y la transformación como las que elaboran plaguicidas, compuestos farmacéuticos, cosméticos, aditivos para alimentos están sujetas al riesgo químico.
Click to tweet: El equipo de protección personal es esencial para gestionar el riesgo químico.
Con el fin de salvaguardar a su personal y activos, de respetar al medio ambiente y seguir las normativas vigentes, es recomendable que realicen una autoevaluación. Deben realizarla de manera periódica y atendiendo a la siguiente checklist:
Es habitual que esta evaluación, los recorridos y recabación de datos que implica se realicen de manera manual. Sin embargo, para obtener mejores resultados, es recomendable el uso de tecnologías que sistematicen y aceleren la tarea.
Conviene usar programas como una suite de gestión de riesgos que mejoren el diagnóstico del nivel de riesgo químico de tu empresa.
El riesgo químico es inherente prácticamente a todo el sector industrial. Consiste en la posibilidad de lesiones y enfermedades por el contacto con agentes químicos.
Para su adecuada gestión, es recomendable la revisión de la logística y de los procedimientos de almacenamiento, uso y disposición de estos materiales, así como de las medidas y equipos de seguridad.
Prysmex, experta en la gestión de riesgos, te ofrece una suite informática para optimizar tu gestión, a través de un mapeo 3D, del diseño de recorridos y del análisis de datos.
Ponte en contacto con nosotros y reduce la incertidumbre.
También te puede interesar:
Empleo de tecnología digital para el control ambiental
Gestión de calidad: ¿qué es y cómo afecta la seguridad en el trabajo?
Claves para alcanzar una gestión integral de riesgos