Las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) permiten que los procesos se sigan de acuerdo a lo previsto. En consecuencia, ayudan a que se garantice la calidad y la seguridad de instalaciones, maquinarias y trabajadores.
Las BPM también tienen un impacto en la protección del medio ambiente. Su cumplimiento se refleja en la reputación de la empresa y produce beneficios para todos los involucrados.
En este texto, te contamos todo lo que necesitas saber sobre las buenas prácticas aplicadas en manufactura. Te contamos en qué consisten, las ventajas de ponerlas en práctica y los criterios que aplican las entidades regulatorias.
Las Buenas Prácticas de Manufactura también son conocidas por sus siglas (BMP). Consisten en la aplicación de principios y procedimientos en empresas de producción con el propósito de garantizar la calidad y la seguridad.
Estas prácticas controlan los procesos y productos desde el proveedor hasta el consumidor final. De esta forma, se pueden monitorear los criterios de calidad y, al mismo tiempo, evitar la contaminación y proteger el medio ambiente.
Buenas prácticas de Manufactura
Las BPM se diseñan, en concreto, para industrias que elaboran productos alimenticios para personas o animales. También para empresas de procesos químicos, aditivos, farmacéuticos o biológicos. En todos los casos, buscan evitar la contaminación.
En México, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) se encarga de la observación de las BPM. En Latinoamérica, por su parte, existen organismos homólogos para el cuidado de este aspecto.
Atributo ALT: Objetivo de las Buenas Prácticas de Manufactura
Título: proposito-de-las-Buenas-Prácticas-de-Manufactura
El proceso de manufactura de productos relacionados con variables químicas y biológicas como medicamentos y alimentos supone numerosos riesgos para los consumidores.
Estos van desde contaminación de materias primas hasta condiciones relacionadas con el envasado o la cadena de frío en productos refrigerados. Entre las tareas del equipo de calidad está la de asegurarse de que la mercancía sea óptima para el consumo.
Click to Tweet: Las Buenas Prácticas de Manufactura tienen como objetivo que los productos alcancen estándares de calidad y resulten inocuos para la salud.
Entonces, el objetivo de las Buenas Prácticas de Manufactura es el de controlar todo el proceso, de manera que se puedan garantizar condiciones de inocuidad de los productos resultantes.
Por ello, se consideran condiciones como la higiene y la estandarización de las operaciones. La razón de ser de las BPM es lograr la mayor calidad con el menor número de errores; es decir, con la reducción de costos y mermas. Sin embargo, su resultado es que los productos sean óptimos e inocuos para la salud.
Cada industria tiene requerimientos diferentes. No es lo mismo una empresa de alimentos que una de aditivos. Mucho menos lo es una de suministros de medicinas o elementos asociados a la salud.
Las buenas prácticas de manufactura deben ser específicas para el sector productivo que corresponda. Por ello, debes mantenerte actualizado sobre las BPM recomendadas para tu tipo de empresa.
El seguimiento de los procesos de calidad es lo que puede garantizar las condiciones de un producto. Por ello, puedes apoyarte en un check list para asegurar el cumplimiento de los protocolos de buenas prácticas en tu empresa.
La aplicación de los principios de Buenas Prácticas de Manufactura favorece a la empresa en múltiples sentidos. Por un lado, permite el cumplimiento del marco regulatorio.
Click to Tweet: Las Buenas Prácticas de Manufactura aseguran que tus procesos cuiden la calidad del producto y que es seguro para el consumidor.
Por otra parte, se orienta a la estandarización de procesos y, finalmente, el crecimiento y consolidación empresarial. Todos estos elementos apuntan al mantenimiento de la calidad y al fortalecimiento de la imagen de tu marca. Exploremos cada uno de estos aspectos con un poco más de detalle.
Empecemos por establecer que cada país tiene una normativa regulatoria diferente. En tal sentido, debes asegurar el cumplimiento de acuerdo a las exigencias para tu zona geográfica.
La regulación de las BMP se aplica a empresas de alimentos y productos farmacéuticos. También pueden incluir a los cosméticos y las drogas. Debes asegurarte que tu empresa se ajusta a los criterios exigidos por estas instancias.
Las normas que se establecen por organismos como Senasica, en México o sus homólogos en otros países, persiguen la calidad del producto. Adicionalmente, establecen los controles que permitirán reconocer cualquier anomalía.
Sin duda, una de las ventajas de la aplicación de las BPM en la empresa es la estandarización de los procesos. Eso permite garantizar la calidad sostenida de los productos.
Además, establece puntos de control en el proceso. Así se puede certificar que los productos intermedios y el resultado final cumplen con los estándares. Y, en caso contrario, se determina dónde aplicar correcciones.
Al establecer las condiciones óptimas de higiene en la manipulación, preparación, procesamiento, envasado, almacenamiento, transporte y distribución de producto, aseguras la calidad.
La aplicación de las BPM favorece el crecimiento de la empresa. Su implantación permite una estandarización de los procesos que redunda en la calidad e inocuidad para la salud de los productos.
En consecuencia, favorece la reputación de tu empresa, tanto por la calidad de los productos como por la atención a la normativa. Además, en la medida en que la empresa escala, la competencia se hace más férrea y las certificaciones ayudan al posicionamiento de los bienes que producen.
Otra ventaja de la aplicación de las BPM es la reducción de costos y mermas. Se aprovecha mejor el capital invertido y se acelera el retorno de la inversión.
Existen diversos criterios de las entidades regulatorias en relación con las BPM. Dado que su propósito es cuidar la calidad de los productos y su inocuidad para la salud, son diversos los aspectos a considerar.
Los entes regulatorios buscan el cumplimiento de las BPM con el fin de garantizar que los procesos sean seguros. Así se evitan daños a la salud de los consumidores, la contaminación ambiental y de los productos.
La validación consiste en demostrar que se puede cumplir con un proceso según lo planificado. Implica la planificación y descripción de las actividades. Una vez definidos los resultados, se precisa y califican los requisitos, componentes y actuaciones críticas.
En la calificación de equipos se consideran los procesos críticos y se lleva a cabo en tres fases:
Los órganos que supervisan la producción prestan especial atención a la gestión de calidad de la empresa. Esta consiste en el conjunto de acciones y herramientas que evitan posibles errores o desviaciones en el proceso productivo.
En general, se busca la inocuidad sobre la salud de los productos alimenticios. En el caso particular de la empresa farmacéutica, se persigue que las concentraciones de compuestos activos sean las indicadas.
En este orden de ideas, los 7 pilares de ISO 9001 forman parte de los aspectos a considerar.
Un aspecto que debe ser cuidado con atención es el de las condiciones de las instalaciones en las que se realiza la manufactura de los productos. En tal sentido, se debe asegurar que:
Los equipos y utensilios destinados a la producción deben contribuir a la seguridad y excelencia del producto. Deben ser sólidos y lisos para evitar la proliferación de microorganismos.
Además, deben resultar fáciles de limpiar y desinfectar a fin de evitar que al entrar en contacto con las materias primas contaminen la producción. Es importante que sean resistentes a la corrosión para evitar ese factor de riesgo.
Los procesos industriales son realizados por personas y ellas pueden ser fuente de riesgos y oportunidades en relación con las BPM. Al evaluar el talento humano asociado al proceso productivo, se debe considerar sus conocimientos y habilidades.
En tal sentido, se les debe entrenar en prácticas de higiene y en los procesos específicos para el aseguramiento de la calidad. De esa manera, ayudan a identificar hallazgos en el sitio de trabajo y el cumplimiento de las BPM.
La manufactura de los productos deriva de la transformación de insumos y materias primas. En consecuencia, en las auditorías se analiza el origen y los procedimientos de control de los procesos a los que son sometidos.
Aspectos como la cadena de frío o condiciones de almacenamiento son determinantes para el producto final. Entonces, deben establecerse con claridad y cuidarse a lo largo de todo el proceso.
Los procesos y procedimientos de saneamiento deben ser realizados de forma exhaustiva. Este criterio es atendido por las autoridades en inspecciones y auditorías, ya que evita la contaminación de los productos.
El personal encargado de esta tarea debe contar con los productos adecuados para la desinfección y limpieza de áreas, equipos y utensilios. Además, se debe asegurar que sigan los protocolos establecidos.
Todos los aspectos anteriores deben ser documentados y registrados. La empresa siempre debe estar en posición de poder comprobar el origen de sus productos y las condiciones de producción.
Solo de esa forma, se puede garantizar la calidad. En tal sentido, siempre es una buena idea contar con un sistema digital que permita llevar los registros y analíticas. Esto facilita el seguimiento de procesos y la detección de anomalías sistémicas.
Al considerar todos los elementos que requieren las Buenas Prácticas de Manufactura resulta notorio lo desafiante de la tarea. El registro de forma manual, en múltiples hojas de Excel, puede dar origen a muchos errores o retrasos.
De manera que lo más conveniente para el control de la calidad de los procesos y el aseguramiento del cumplimiento, es el registro digital. Por eso, se requiere contar con una herramienta tecnológica ágil y colaborativa.
Una plataforma de gestión de riesgos favorece el análisis exhaustivo. Al mismo tiempo, permite establecer cursos de acción y su seguimiento.
Además, una herramienta digital que sea colaborativa hará que todo fluya de forma más rápida y eficiente. Afortunadamente, existen plataformas con estas características.
De esa forma, se puede cumplir con las BPM, mientras se previenen los riesgos y se hace un registro de los procedimientos. Estas herramientas también permiten conocer la analítica con data actualizada en tiempo real. Además, la información puede ser visualizada en cualquier dispositivo digital autorizado.
El control de las buenas prácticas en la industria manufacturera es un gran desafío. En especial, porque debe atender a numerosos detalles que van desde la limpieza hasta las certificaciones.
Por ello, es fundamental que cuentes con herramientas que te permitan gestionar cada uno de estos elementos. Para ayudarte en este proceso, en Prysmex, hemos diseñado un chek list para Buenas Prácticas de Manufactura.
Esta plantilla te puede ser de gran ayuda, sin embargo, si quieres personalizarla puedes ponerte en contacto con nuestros expertos. También es importante que puedan llevar un control y registro digital de este proceso.
Nuestra plataforma te permite acceso a la analítica de los procesos, tanto de calidad como de seguridad. De esa forma, resulta mucho más sencillo hacer seguimiento de la implantación de las medidas y reparaciones correspondientes,
Las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) establecen estándares que siguen las empresas para garantizar la calidad y sanidad de los procesos de producción.
Esta certificación de buenas prácticas implica muchas aristas. Es importante que te apoyes en plataformas digitales como la que ofrece Prysmex para blindar tu proceso de calidad.
También te conviene incorporar el uso de plantillas para el checklist de BPM. Así, puedes asegurarte que cumples con todos los elementos que te acercan a las buenas prácticas.
También te puede interesar:
Empleo de tecnología digital para el control ambiental
Gestión de calidad: ¿qué es y cómo afecta la seguridad en el trabajo?
Claves para alcanzar una gestión integral de riesgos